En Nicaragua, Diciembre y el fin de año están ligados a grandes celebraciones tradicionales, algunas también festejadas en casi todo el mundo, pero otras muy autóctonas enlazadas a la cultura e historia de los nicaragüenses.
El último mes del año está cargado de festejos y alegría, tradición familiar y religiosidad. Se realizan procesiones vistosas y masivas por todo el país. Un personaje infaltable y popular es la pólvora, utilizada en los cohetes y bombitas artesanales usados para acompañar con explosiones las bulliciosas celebraciones nicaragüenses.
La tradición navideña es celebrada con muchos festejos en Nicaragua, y recoge muchos elementos antiguos de culturas extranjeras que ya son íconos de esta costumbre en casi todo el mundo, pero siempre hay detalles autóctonos nacidos del carácter propio de los nicaragüenses.
La Navidad es una costumbre celebrada en toda Nicaragua. Tiene dos personajes principales: uno es Santa Claus, o “Santa”, a como es conocido en Nicaragua (llamado en otros países San Nicolás o Papá Noel); y el otro es el Niño Jesús, o Niño Dios. El momento cumbre de esta tradición es la medianoche del 24 de Diciembre.
Desde los últimos días de Noviembre salen a relucir los adornos navideños en las casas, los comercios, las calles… por todos lados. Las familias colocan en sus salas un símbolo popular: el pino navideño, decorado con luces de colores, bolas llamativas, campanas y otros adornos.
El otro símbolo infaltable es “El Nacimiento”: pequeñas estatuillas que representan el momento del nacimiento de Jesús en un pesebre, junto a José, María, pastorcillos, los tres reyes magos y animales domésticos. Los nacimientos diminutos son colocados en las casas e iglesias, pero también se colocan otros más grandes (a veces de tamaño natural) en las avenidas y rotondas, o en las recepciones de edificios comerciales. Algunas personas acostumbran dejar El Nacimiento sin la figurita de Jesús, la cual colocan hasta las primeras horas del 25 de Diciembre.
La Navidad es un momento familiar. El 24 de Diciembre muchas familias se reúnen y se prepara una cena especial. En la noche, se manda a dormir a los pequeños hijos pues aún se conserva en algunas familias el mito de “Santa”, ese viejito panzón y bonachón que traerá regalos para todos. A la medianoche, los niños son despertados y se maravillan con sus regalos.
También, en algunas familias se estimula a los niños a escribir cartas al Niño Dios (que igual es portador de regalos), pidiendo juguetes o deseos especiales. Las cartas sirven de guía de compras a los padres. Los regalos son abiertos a la media noche cuando, según la tradición, se produjo el nacimiento del Niño Dios.
Como tradición general, en las calles se revienta mucha pólvora y fuegos artificiales. Es también tradición el “abrazo navideño”. Todos se abrazan: las familias, los vecinos, los amigos, las parejas; en muchos casos este abrazo es un momento de reconciliación entre personas con diferencias personales.
Aunque en la noche se sirve una entrada o aperitivo, la cena navideña se sirve tradicionalmente hasta después de la medianoche, y antes de ella se realiza un brindis entre los presentes.
Por supuesto, siempre habrá variaciones de costumbres dentro de esta misma tradición. Un detalle interesante es la costumbre de la sopa navideña de los criollos en Bluefields: luego de la llamada misa del Gallo, la gente abre sus casas e invita a cualquier persona a tomar la sopa que han preparado, en celebración de la Navidad.