El dedo meñique cercenado de la mano de doña Juana María Palacios, de 38 años de edad, cuando al meter demasiado la mano derecha en el cono del molino que “molía”… maíz el colocho de hierro le agarro el dedo chiquito de su mano.
El grito de dolor de doña Juana alertó al dueño del molino, quien detuvo el proceso del molino y atender a su cliente, quien ya había perdido su dedo en el filoso colocho del molino.
También el dueño del molino, dio aviso a sus familiares para que la trasladaran al hospital Oscar Danilo Rosales, desde en el barrio Sutiava, en la ciudad de león.